El proceso
- Katherine Monroy
- 9 dic 2020
- 2 Min. de lectura

Mi proceso fue bastante largo. Por mucho tiempo me quejé, lo cuestioné, “yo no era merecedora de tal castigo” Ahora amo cada lagrima, cada vez que me toco morder polvo, en que sentía desfallecer; cada cosa por dura que parezca porque si no hubiera sucedido así, si me hubiera saltado cada vez que tenía que pasar por una humillación o por un situación difícil no sería la persona que soy ahora, estoy totalmente segura. Por eso agradezco el proceso y abrazo la prueba.
No puedo vanagloriarme en decir que durante las pruebas tuve la mejor fe, creo que la mayoría del tiempo no la tuve, por lo tanto nunca entendí el porqué de las circunstancias.
Durante este año creo yo que Dios tenía preparado mostrarme quien es el, conocerlo de una manera tan íntima, inigualable y hablaba a mi Corazón con respecto a los procesos.
Quizás Dios te dio una promesa, pero debemos entender qué temporada estamos viviendo.
Puede haber palabra que diga qué harás y las grandezas y el éxito en tu vida, pero si es necesario que entres en proceso para formar tu carácter, lo mejor es no tomar atajos en el camino de Dios porque se vuelve más largo.
Puede que la voluntad de Dios sea que triunfes, que hagas eso que tanto anhelas, pero; ¿sino es el tiempo? Debes alinearte a los tiempos de Dios.
Quizás eres orgulloso, autosuficiente, emocional. Estas deslumbrado por el quehacer más que por el ser. Estas deslumbrado por más por las cosas que por el que te llamó. Primero queremos resultados más no la esencia.
Cuando hacemos las cosas en el tiempo correcto, en el lugar correcto, rompemos los paradigmas, las barreras, rompemos con nuestra misma forma de ser.
Las pruebas nos hacen mejor personas, así suene cliché.
تعليقات